La dieta de la manzana es una dieta donde, claramente, la manzana es el alimento principal. Se argumenta que al ser un alimento saludable rico en fibra, vitaminas y minerales esta dieta no causa daños a la salud y, ya que la manzana es diurética, ayuda a mejorar la digestión. Se recomienda consumir sólo manzanas el primer día, manzanas y una ensalada verde el segundo día y una rebanada de pan integral con jamón, ensalada de verduras y más manzanas durante el tercer día.
¿Puedes perder peso con la dieta de la manzana?
Seguramente sí, pero esta perdida de peso no va a ser duradera y podría causarte una mayor ganancia de peso a largo plazo. Veamos con mayor detenimiento lo que sucede con esta dieta.
En primer lugar, hay un contenido muy bajo de calorías. El primer día, que se recomiendan alrededor de 5 manzanas por día, se consumirían un total de 250 calorías aproximadamente. Esto no es energía suficiente ni para un recién nacido. El segundo y tercer día, que incluyen alimentos como una ensalada verde o un pan tostado, tendrán aproximadamente las mismas calorías o incluso menos.
Podrías pensar que esto es una excelente estrategia para perder peso, pero la realidad es que alterarás a tu cuerpo de manera desfavorable. Primero podrías empezar a sentirte débil, fatigado, irritable, mareado, estreñido o con problemas gastrointestinales y con la mente nublada… pero además de los efectos iniciales, puedes causar un daño mayor.
Cuando consumes muy pocas calorías, tu cuerpo empieza a detectar la alteración y se empieza a ralentizar el metabolismo. Comienzas a gastar menos energía para realizar tus funciones vitales, menos energía cuando haces ejercicio y, bueno, menos energía en general. Estudios han observado que el número de calorías que quema tu cuerpo puede disminuir hasta en un 23%. Además, tu cuerpo comienza a extraer calorías de los alimentos de manera más eficiente, lo que podría afectar la pérdida de peso. Esto no sólo ocurrirá mientras sigas la dieta, sino que el efecto puede permanecer, incluso por años. Una vez que alteras tu cuerpo, los daños pueden tomar tiempo para revertirse. Y cuando vuelvas a tu alimentación regular, ganarás peso de manera más fácil y te será más difícil perderlo, incluso siguiendo alguna otra dieta (lo cual sólo agravaría este efecto).
En tu cuerpo, además, se alteran ciertas hormonas en respuesta al déficit de calorías. Tus niveles de leptina comienzan a disminuir, para alertarle a tu cerebro que no estás recibiendo suficiente energía, y tus niveles de ghrelina, insulina, GLP-1, CCK y PPY, hormonas relacionadas con el apetito, se alterarán también. Esto provocará que tu cerebro comience a darle más valor a la comida (ya que altera el sistema de recompensa de tu cerebro), que sientas más hambre, más antojos y un mayor apetito y que, cuando comas, tardes más tiempo para sentirte satisfecho. Estos efectos también pueden perdurar y estudios han observado que duran por, al menos, un año.
Otras consecuencias de la dieta de la manzana
Este tipo de dietas pueden afectar, incluso, a tu sistema inmune, ya que una restricción de calorías intensa puede aumentar el riesgo de infecciones y enfermedades.
Las manzanas, en cantidades tan altas, pueden fomentar el estreñimiento por los altos contenidos de taninos.
Y, ya que se restringen la mayoría de los alimentos, no obtendrás suficientes nutrientes, importantes para mantener un buen estado de salud. Ya que tampoco obtienes proteínas, puedes perder masa muscular, lo que complicará aún más la pérdida de peso, ya que tu cuerpo utilizará menos energía, es decir, quemarás menos calorías (pues la masa muscular requiere de más energía sólo para ser mantenida).
En conclusión, este tipo de dietas no son una buena opción y tu esfuerzo no te dará los resultados esperados. Desarrollarás más ansiedad y deseo por la comida, afectarás a tu metabolismo, ganarás el peso perdido y tal vez incluso más una vez que dejes la dieta, perderás masa muscular y perjudicarás a tu salud. Una dieta saludable, suficiente en calorías y energía y que contenga todos los grupos de alimentos, siempre será la mejor opción.
Si quieres perder peso, consultar con un nutricionista es mucho más útil y seguro que seguir estas “dietas milagro” que te hacen más daño que bien.
Bibliografía
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