La función de los alimentos es proporcionarnos energía suficiente para llevar a cabo nuestras actividades, pero en ocasiones, parecen causarnos el efecto contrario. Además, estamos tan acostumbrados a la fatiga que se ha convertido en algo normal en nuestras vidas. La fatiga no es normal, es un síntoma de que algo no está funcionando bien.
Las dietas de hoy en día promueven alimentos que nos ofrecen calorías vacías y que no le ayudan a nuestro organismo a funcionar de manera adecuada. Al contrario, nos provocan inflamación, toxicidad, oxidación, acidez, estrés y unos niveles de glucosa que parecen ir en montaña rusa. Nuestro cuerpo se agota solamente tratando de estabilizar todo.
Pero no tiene por qué ser así. Si consumimos alimentos con los que nuestro cuerpo no tenga que luchar, si mantenemos nuestra energía constante durante todo el día mediante una alimentación adecuada y no mediante soluciones rápidas que nos regresan al mismo estado, podremos disfrutar de toda la energía que en realidad tenemos a nuestra disposición. Y hoy hablaremos de cómo podemos lograrlo.
Nuestra primera tarea es evitar la oxidación. Esta oxidación, causada por los radicales libres, provoca graves daños a nuestras células, ralentizando cada proceso de nuestro cuerpo y, por consiguiente, causándonos fatiga. Pero el consumo de antioxidantes, presentes en las zanahorias, uvas, espinacas, aguacates, cúrcuma, jengibre, cacao, entre otros alimentos, puede ayudarnos a revertir este efecto.
Después debemos tratar la inflamación crónica. Esta inflamación puede causar incontables enfermedades crónicas y otros síntomas como estreñimiento, dolores de cabeza, alergias, cansancio, entre muchos, muchos más. La manera de combatirla es mediante la eliminación de los alimentos que la causan, como aquellos altamente procesados o llenos de azúcar y grasas saturadas y el intercambio de esos alimentos por aquellos antiinflamatorios, como las grasas saludables (que podemos encontrar en nueces, semillas, pescado azul, aguacate, etc.), cúrcuma, canela, jengibre, verduras y una buena hidratación.
La hidratación es fundamental, pues una deshidratación nos puede causar dolores de cabeza, dificultad para concentrarnos, irritabilidad, y obviamente… fatiga. El agua es importante para todas nuestras funciones corporales, especialmente para la eliminación de toxinas. Junto con la hidratación viene la moderación del alcohol, pues éste puede deshidratarnos, causando los efectos ya mencionados, muchas veces, en peor medida.
Otro factor esencial para evitar la fatiga es la regulación de nuestra glucosa en sangre. Vamos a explicar por qué: cuando consumimos alimentos altos en azúcar, nuestros niveles de glucosa en sangre se disparan hasta el cielo, y nuestro cuerpo libera un montón de insulina para poder regularlos… pero al liberarla hace que la glucosa baje demasiado, pasando de un golpe de energía a un terrible cansancio. Lo peor de todo esto es que la mayoría de la gente cree que la manera de solucionarlo es provocando el mismo golpe de energía una y otra vez, consumiendo dulces y refrescos para lograrlo. La verdadera solución es consumir alimentos que mantengan nuestros niveles de glucosa en orden, liberando así energía de manera gradual, pero constante. Estos alimentos incluyen todas las frutas, verduras, nueces, carbohidratos complejos (avena, camote, leguminosas, etc.) En suma, los alimentos no procesados. Otra manera de mantener nuestra glucosa estable es mediante el consumo de pequeñas comidas a lo largo del día en vez de tres comidas demasiado abundantes.
Seguir estos pequeños consejos que en realidad no nos cuestan mucho trabajo, harán una diferencia gigantesca, aumentando tu productividad, tu rendimiento y mejorando tu estado de ánimo y hasta tus relaciones interpersonales. Verás que tener más energía es el primer paso para poder cambiar tus hábitos hacia un estilo de vida más saludable.
Bibliografía
Live energized. (2016). Eating for energy masterclass.
Harvard. (Julio de 2011). Eating to boost energy. Obtenido de Harvard Health Publishing : https://www.health.harvard.edu/healthbeat/eating-to-boost-energy